La Conciencia en el Islam
New York, EE.UU.
Diciembre 1992

En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.

Queridos hermanos y hermanas, que la paz y las bendiciones de Dios estén con todos vosotros.
Cuando el hombre es guiado por las inspiraciones y los incentivos religiosos verdaderos, provoca en si mismo automaticamente el deseo del bien, adquiriendo de esta manera la mas alta moral y muestra las caracteristicas y atributos ejemplares. Estos incentivos convencen a su poseedor de que la religiَn, en su forma mas basica, es caracter y comportamiento. Esta conducta justa trae a su poseedor el contentamiento tanto en esta vida como en la otra, y a este incentivo lo llamamos conciencia.
La leyes humanas, que piden un nivel elevado de comportamiento, carecen de medio para incentivar su puesta en practica, porque son incapaces de motivar la conciencia, que actْa por si misma. Las leyes deben hacer hincapié en la moral, pero sus principios deben basarse en su aplicaciَn. Piaget, el educador francés, mantiene que "las morales sin religiَn son redundantes". Para él y para todo lider religioso sincero, la religiَn debe cultivar el carecer y crear una sociedad virtuosa donde no haya desigualdad, pobreza, divisiَn, disensiَn o debilidad. Dios dice en el Coran: "Entonces se ayudan unos a otros en  la justicia y en las acciones piadosas, y no se ayudan en las faltas y en las transgresiones" (Cor. 5:2)
Omar, el segundo califa del Islam después de Muhammad, ordenَ que las calles estrechas de Medina se mantuvieran libres de la obstrucciَn que los mercaderes producian con sus mercancias, dejando las calles libres para que la gente pudiese pasar libremente por ellas. A pesar de esta orden, un tendero continuَ teniendo sus mercancias en la calle. Al ver esto, Umar golpeَ al tendero por su reincidencia en la desobediencia. Durante las noches que siguieron, cuando Umar trataba de dormir, su conciencia le llamaba la atenciَn por su comportamiento y no le dejaba dormir. Después de muchos dias de remordimientos, Umar regresَ al tendero y le pidiَ disculpas por su comportamiento. Al escuchar las disculpas de Umar el tendero dijo: "Ya lo habia olvidado". Umar contestَ: "Si tu has podido, Umar no lo ha hecho".
Otro hecho ilustra esta conciencia altamente refinada. Cuando el gobernador de Homs dimitiَ durante el Califato de Umar, le preguntaron la razón de su dimisiَn. El gobernador dijo: "Temo la ira de Dios por haberme dirigido a una cristiano bajo mi responsabilidad diciéndole: 'Que la ira de Dios caiga sobre ti'"
Estas dos historias muestran que es lo que la religiَn puede aportar a una sociedad con un alto grado de conciencia y cuan positivo papel juega en su construcciَn. Esta situaciَn no solo incluye al Islam, sino también a todas las religiones reveladas, que ponen su énfasis en el cultivo de la conciencia. El Coran dice: "El que tiene éxito es quien se purifica a si mismo y recuerda el nombre de Su Seٌor y reza. Pero preferis la vida de este mundo, a pesar de que la del otro mundo en mejor y mas duradera. ،Alabado sea! Esto estaba en las Escrituras anteriores, las Escrituras de Abraham y de Moisés" (Cor. 87:14-19)
La realidad de la religiَn es que debes creer que al esta contigo estés donde estés, que al te observa y esta al tanto de ti en todo momento y en todas tus acciones. Dios dice en el Coran: "Y no estais ocupados en ningْn asunto ni recitais ningْn capitulo del Coran, ni actuais sin que Nosotros seamos testigos de aquello en lo que andais ocupados" (Cor. 10:61). Y también: "Y no hay ninguna reuniَn privada de tres sin que al sea el cuarto". (Cor. 58:7).
Y asi el hombre es responsable de todos los asuntos, sean pْblicos o privados, incluso sus mas intimos pensamientos. "Y aunque divulguéis lo que hay en vuestras mentes o lo escondais, Dios os pedira cuneta por ello" (Cor. 2:289). El profeta Muhammad dijo mas sobre esto: "Adora a Dios como si Lo vieses; porque aunque no Lo puedas ver al si que te ve".
Por ello se debe buscar una forma de llevar una vida consciente, que extienda la compasiَn y prohiba la opresiَn, que guie y no pierda, que muestre el camino hacia la verdad y la bondad. Una tradiciَn de Muhammad describe este camino de la siguiente manera: "Dios pone un ejemplo de un camino recto, confinado entre dos paredes en los cuales hay puertas abiertas, a través de las cuales se ven pintados paisajes. Al principio del camino hay una persona llamando al camino y advirtiendo de que no se desvien del camino recto. Una segunda persona esta en el camino advirtiendo a aquellos que se sienten tentados de retirar los velos que cubren las puertas, advirtiéndoles de que si lo hacen se encontraran dentro de ellas".
Muhammad lo aclara mas al decir: "El Camino recto es el Islam, y las puertas abiertas las prohibiciones establecidas por Dios, y el espacio entre los muros los margenes que permite Dios. El nuncio que hay al principio del camino personifica el Coran, y el que esta en el camino es la conciencia de cada creyente. Quien sigue este camino durante su vida sera un ejemplo de pureza, castidad y conducta justa". El Profeta dijo: "Todas las criaturas dependen de Dios, y el mas apreciado por Dios es el que es mas beneficioso para ellas".
Se dice que habia una vez un pastor del desierto que habia estado en esta escuela que da vida a la conciencia del hombre, y que AbduLlah inb Umar le pidiَ que sacrificase un cordero APRA él, pero se negَ. Su razón era que el dueٌo del rebaٌo le habia autorizado solo a dar de beber de la leche del rebaٌo para los extraٌos, no a alimentarlos con su carne. AbduLlah le dijo entonces que le pagaria por el sacrificio del cordero, y que el pastor le podria decir que habia sido devorado por los lobos. Al oir esto, el pastor gritَ: ؟Entonces donde esta Dios? ؟Donde esta Dios?... muchas veces.
Este pastor se habia sometido a su propia conciencia, incluso antes de tener que enfrentarse a su seٌor y en última instancia a Dios. Esto es asi porque habia comprendido perfectamente las enseٌanzas del Profeta Muhammad: "Pediros cuentas a vosotros mismos antes de que os venga a pedir cuentas, y sopesar vuestras obras antes de que las sopesen por vosotros. Es la religiَn la que hace florecer tales conciencias, y en el caso del pastor, a pesar de la ausencia de su seٌor, se mantuvo leal a la confianza que le fue depositada. El Coran dice: "Ciertamente creamos al hombre y conocemos lo que su alma le susurra y estamos mas cercanos a él que su vena yugular" (Cor. 50:16).
En realidad hay don conciencias: la aparente, que es conocida por todo el mundo y susceptible de error, y una conciencia superior. En el nivel mas alto es la conciencia de las religiones reveladas, que no puede errar porque esta vinculada con su Creador. La religiَn le muestra a cada hombre que posee una tendencia innata hacia lo bueno. Sin embargo, esta naturaleza innata requiere un maestro, o un jardinero, tal y como le ocurre a una semilla que es plantada en la tierra, regada y fertilizada hasta germinar. Entonces agarra, crece y florece, pudiéndose convertir en un arbol, con fruto y sombra para que otros puedan beneficiarse de él.
Este es el caso de la conciencia del hombre, que florece cuando es alimentada con las aguas de la observancia y la obediencia de la leyes y ordenes del el Omnipotente Creador. La prueba de esto esta en la tradiciَn de Muhammad que dice: "؟Acaso no hay en el corazón del hombre un sitio donde escucha los consejos de una angel que le promete todo lo bueno y le confirma la verdad, y también el susurro de un demonio que le promete el mal y le prohibe la piedad? Quien escuche el consejo angelical debe saber que viene de su Seٌor y requiere su gratitud. Sin embargo quien escuche el segundo debe saber que este viene de la negligencia ante su Seٌor y que por lo tanto debe pedirle perdَn a su Seٌor".
El Islam educa la conciencia sobre la base de que el hombre debe ser cuidadoso en sus acciones, en lo que incumbe a su comportamiento ante las gentes y las otras criaturas de Dios. Muhammad, el Mensajero de Dios, narra la historia de dos mujeres. La primera entrَ en el infierno porque maltratَ a un gatito que habia encerrado, sin alimentarlo ni dejando que se alimentase, hasta que se muriَ de hambre. La segunda mujer es la que, a pesar de ser una prostituta, fue perdonada y fue al cielo por culpa de un perro sediento que encontrَ buscando entre el barro cerca de un pozo. Viendo los intentos desesperados del perro, se sintiَ que la sed que afligia al perro era las mima que la afligia a ella. Asi que bajo al pozo, saciَ su sed y llenَ sus zapatos con agua para satisfacer la sed del perro también.
El Profeta Muhammad platَ el criterio de la creencia y de la conducta recta con la siguiente tradiciَn: "Si os sentis felices con una buena acciَn que realizaste e infeliz con los malos actos que cometes, debes saber que entonces eres un creyente". Este criterio solo puede ser entendido en medio de una conciencia cultivada. Sin embargo, el Islam no se detiene en este nivel, sino que va mas alla, cuando reconoce los derechos de los demas y compensa a aquellos que se encuentran oprimidos de forma injusta. El Coran dice: "،Oh vosotros que creéis! Sed justos y sed testigos ante Dios que hasta los pensamientos estaran en vuestra contra" (Cor. 4:135).
El Profeta Muhammad dijo: "Hay tres atributos, que si se encuentran en un hombre harian su fe completa: que de caridad a pesar de su pobreza extrema, que extienda la paz por el mundo y que adjudique sus derechos a la gente sin la necesidad de que medie un juez". Bajo cualquier circunstancia recae sobre nuestros hombros la responsabilidad de educar y pulir nuestras conciencias. Dios dice en Coran: "،Alabado sea! La vista, el oido y el corazón, cada uno de ellos, sera interrogado" (Cor. 17:36).
Como conclusiَn, se puede decir que el verdadero ser humano es aquel cuya fe verdadera e inamovible se ha establecido y en él vive, en lo mas profundo de su corazón, la urdimbre de la conciencia. Es esta persona la que respeta la ley y cuida de la sociedad, para que mantenga su estabilidad y estructura, y la armonia entre sus gentes. Una sociedad sin conciencia no conoce el descanso, y no hay conciencia sin fe.
Que la paz sea con todos vosotros.